En muchas de las ocasiones es porque se ponen demasiadas o incorrectas esperanzas. Lees algo en un libro y te lo crees. Y eso no es así, hay que experimentarlo. Hacerlo, canalizar. Es como si tuvieses una flauta, soplas y ya piensas que te va a sonar como a alguien que ha dedicado su vida a ello, solo porque has visto un vídeo de una orquesta. Y claro, soplas y suena "pruffu", y te cabreas, y lanzas la flauta contra el suelo, la pisoteas, e incluso te dedicas a escribir contra los flautistas porque son unos estafadores.
Otro motivo es que confíes en gente que son estafadores. La magia, como la abogacía, los anticuarios, la medicina por ejemplo, es un terreno muy fértil para que surjan estafadores. Te piden 3.000 y van a solucionar tu problema. Generalmente cuando se los hayas dado te pedirán más. En mi experiencia los que piden mucho generalmente no son buenos brujos o chamanes, trabajan más con la manipulación y la charlatanería.
La magia a cada uno le funciona de forma diferente. Pero generalmente funciona a nivel sutil. Si pides luz no cae un relámpago, sino que te van a poner cerillas y cera de abeja para que tú hagas las velas. Hay que hacer el trabajo mágico pero también un trabajo físico para que los actos se lleven a termino.
Luego hay a veces que hay cosas que no se pueden ni se deben cambiar. Son lecciones que debes aprender. Recuerdo hace años que había una cosa que me molestaba, no quería pasar por ella asique intente usar la magia. Sabía lo que había que hacer, porque he ayudado a otros hacerlo y a funcionado. Pues cuando iba hacerlo o llovía (y cuando salí de casa hacia un sol explendido), o algún ingrediente que había metido en la mochila ya no estába, había que hacerlo en un cruce de caminos, y de no haber nadie a pasar todos los coches del mundo cuando iba a empezar. Y es entonces cuando consultas oráculos y todos de una forma u otra te dicen que debes pasar por ahí y aprender de ello. Asique haces un viaje y preguntas a tus espíritus y la misma respuesta. Tiras de tus amigos magos y oraculistas, por si tu estas confundido (la ilusión es lo último que se pierde) y los mismos resultados. Y en esa encrucijada tienes dos caminos, cabrearte y pensar que la magia no existe o aceptar que es algo que tienes que aprender, aunque no te apetece nada.
Otro motivo son las películas. Así como el amor o las casas donde viven la gente no se parecen a las de las películas, la magia tampoco. Los mayores efectos especiales (por lo general) los verás en tus viajes. Si es cierto que se perderán cosas o aparecerán cosas, o un animal que no tiene sentido que esté ahí, o sincronicidades, o verás moverse una vela cuando no se tenía que mover porque no hay aire, o una mesa. Pero no es tanto como en las películas.
Pensemos por un momento que la magia no existe. Pues seguiría teniendo efecto. No sólo por el efecto placebo, sino por efectos psicológicos. Tú puedes resolver problemas con tus ancestros hablando con ellos por escritura automática. Aunque, supongamos que estás hablando con tu subconsciente, estás haciendo un proceso de perdón, que para tu mente es tan válido como si fuese real. Si estás buscando amor o deseando eliminar cosas en ti vida, el ponerse en marcha tu cabeza lo interpreta como que estás intentando hacer algo y se abre aún más a las espectativas. Es como poner lubricante al cerebro para que trabaje mejor.
Podría seguir escribiendo muchas más cosas, pero las redes sociales limitan la longitud de los textos. Asique está bien por hoy. He puesto varios ejemplos, de porque la magia puede no funcionar como algunos creen, o como otros usan del ilusionismo para que crean que la magia funciona, o como la magia funciona aunque no funcionase.
Sobre todo cree en ti, y después ya cree en la magia.
Un abrazo muy fuerte, Óscar de Rosmaris, tu brujo chamán de lavapies
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